jueves, 14 de noviembre de 2013

Estrategias de las madres que trabajan para dar lo máximo de su capacidad al empleo y a los hijos

Así como hay muchos tipos diferentes de atención para niños, hay muchos tipos diferentes de madres que trabajan. Las mujeres que trabajan lo hacen por diferentes motivos, desde necesidades financieras hasta satisfacción personal. La mayoría de las preocupaciones de las madres que trabajan se pueden dividir entre dos categorías: en qué forma la vida personal de las madres afecta su carrera profesional y en qué forma su actitud profesional afecta su vida personal. Los siguientes cambios en el estilo de vida podrían hacer más fácil mantener el aspecto profesional y el aspecto personal bien equilibrados:
  • Cuídese. El antiguo refrán "Si la mamá no está feliz, nadie lo está,” es la verdad. Una mujer satisfecha y en paz puede enfrentar mejor los retos de la vida que una mujer herida y tensa. Elija lo que sea para sentirse mejor: No se imponga el deber de leer más material relacionado con el trabajo en casa cuando lo que necesita realmente en ese momento es un relajante baño con burbujas.
  • Solicite y obtenga un poco de ayuda. Es posible que no tenga “una niñera” esperando su llamada, pero tal vez pueda llamar por teléfono a su mejor amiga o hermana para que le preste ayuda. Considere disponer de tiempo para hacer nuevas amistades integrándose a un grupo de madres—donde usted y su hijo tendrán tiempo para estar juntos.
  • Organícese para enfrentar dificultades. En algún momento, un recital de baile podría estar programado para la misma hora que una presentación. Mientras más organizada usted esté, habrá una menor probabilidad de que se acumulen actividades en exceso. Cuando sea posible, trate de tomar alguna decisión difícil si está en condiciones de pensar con claridad, mas no cuando se encuentre en medio del caos y de la tensión.
  • Comparta con sus hijos. Aun si su hijo es muy pequeño, hable con honestidad sobre su trabajo y la razón por la cual trabaja. No esconda el portafolio de su hijo—al mostrarle que siente orgullo por su trabajo y al ayudar a los niños a comprender las realidades financieras, les está proporcionando ayuda.
  • Deje el trabajo en el trabajo. Un factor vital para el desarrollo temprano en la niñez es la interacción. Podría ser que usted no tenga la opción de trabajar o de no trabajar—pero sí tiene la opción, en horas fuera del trabajo, de interactuar con sus hijos o bien sentir tensa pensando en la fecha límite de su trabajo del día siguiente.
  • Deje a un lado el sentido de culpa. Es natural que una madre que trabaja se sienta culpable, tanto por el apego que siente por el niño como por los arquetipos sociales que la ubican como la encargada principal para prestar los cuidados. Recuerde que tanto los tiempos como los arquetipos han cambiado.
  • Manténgase al tanto de los beneficios. Entérese lo más que pueda acerca de lo que ofrece el lugar donde usted trabaja en términos de políticas relacionadas con la paternidad. Conozca a su representante de recursos humanos; así, cuando no sepa algo, usted se sentirá más inclinada a hacer preguntas.
  • Olvídese de la microadministración. Tanto para el hogar como para la oficina. Deje que sus hijos preparen sus propios almuerzos escolares y que su esposo lave la ropa—la responsabilidad les hace bien. Y, si desea disponer de más tiempo con su hijo, deje que su ayudante conteste la llamada o que asista a la reunión en lugar de usted. 
Recuerda que tus hijos son lo primordial, y que por ellos darìas la vida, cuidalos, amalos. 

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